jueves, 30 de agosto de 2012

Aumenta el fraude fiscal en las empresas

Con la crisis económica, los detectives privados han visto cómo aumenta el número de casos en los que las investigaciones monetarias y mercantiles adquieren protagonismo. Hace algunos años, la labor de estos profesionales de la infiltración, la búsqueda de causas y pruebas y la investigación criminal estaba centrada sobre todo en la infidelidad amorosa y las sospechas dentro del ámbito laboral. Fraudes y supuestas enfermedades de los empleados acaparaban la agenda de trabajo de los detectives en los últimos años. Los matrimonios por conveniencia que tanto protagonismo habían tenido hacia 2008 quedaron incluso en un segundo plano para dar paso a los fraudes fiscales, la morosidad y los delitos financieros. Aunque aparece una nueva causa de sospecha: los falsos divorcios. Según un estudio de la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE), las indagaciones económicas se han multiplicado por cinco en los últimos años.

Dentro de las empresas, se está pasando del engaño de los empleados a lo que actualmente se conoce como "absentismo presencial", una sutil forma de calificar a aquellos que se encuentran en su puesto de trabajo pero destinan su horario laboral a sus aficiones personales o intereses privados. Chatear, navegar por internet o, simplemente, no hacer nada. Según un estudio publicado por el diario El País (21 de agosto de 2011), el 42% de los actos ilícitos son cometidos por los empleados de las empresas, mientras que los mandos intermedios protagonizan el 41% y los altos directivos y propietarios el 17%, “pese a ser estos últimos los que provocan mayores pérdidas a las compañías”.
Además, según un estudio de Ernst & Young, “la crisis económica sigue siendo el caldo de cultivo perfecto para el aumento de conductas fraudulentas en el mundo de la empresa. Seis de cada diez empleados de compañías españolas afirman que el soborno y la corrupción se están extendiendo en el mundo de los negocios". Incluso, el 82% de ellos piensa que la dirección de la compañía utiliza atajos para alcanzar los objetivos de su empresa. Una teoría que se complementa con el barómetro de marzo de 2012 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en el que se aprecia cómo la corrupción y el fraude se sitúan ya en el cuarto puesto de las preocupaciones que tienen los españoles, justo por detrás de la clase política y por delante de la educación y de la reforma laboral.Y, claro está, a mayor preocupación y sospecha, mayor labor de los detectives.

www.investigacionespleka.es

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