En
este sentido juegan un papel fundamental los padres. La brecha
digital que hay entre estos y sus hijos es un escollo que en España
quieren y deben paliar. Son numerosas las iniciativas que tienen como
objetivo orientar a los progenitores en la navegación por las redes
sociales que frecuentan sus hijos. Ya no para establecer un control
exhaustivo, sino más bien para comprender su nueva forma de
relacionarse.
Los adolescentes están expuestos a los llamados ‘depredadores en línea’, que se aprovechan de que un elevado número de menores accede a la Red sin normas ni vigilancia parental. Por lo que los adolescentes están expuestos a diversos peligros:
- Robo del perfil personal para utilizarlo en su contra.
- Uso de fotografías con fines sexuales.
- Relación con personas que muestran una identidad falsa.
Otras
prácticas cada vez más comunes que se están llevando a cabo en la
Red y supone un riesgo para nuestros hijos, son:
- Abuso cibernético, caracterizado por conversaciones en las redes sociales cada vez más subidas de tono.
- Sexting, que consiste en el envío de contenidos pornográficos a través de los teléfonos móviles. Muchos de estos vídeos e imágenes son montajes realizados a conciencia.
- Grooming, que supone la práctica en que un adulto se hace pasar por menor de edad y seduce a un joven para intercambiar imágenes seductoras e incluso pornográficas, hasta lograr la desnudez.
- Ciberbullying, es el chantaje realizado para obtener cada vez más material pornográfico e incluso para tener un encuentro físico con el menor, para abusar sexualmente de él.
- Sextorsión, forma de explotación sexual en que se coacciona al menor para tener relaciones sexuales con él u otras personas.
En
países de América Central como Guatemala es común que estos ciber
acusadores encuentren víctimas en Internet para la trata de
personas, un negocio muy generalizado también en México. Según
el PDH, Procuraduría de los Derechos Humanos, el ciberacoso motiva
los encuentros sexuales con menores, así como la sextorsión del
menor bajo la amenaza de difundir imágenes pornográficas suyas.
¿Por
qué nuestros hijos pueden ser una víctima?
En
un reciente estudio realizado por el Ayuntamiento de Málaga, en el
que han participado alumnos de entre 12 y 18 años, se han extraído
una serie de conclusiones que sirven para esbozar el comportamiento
de nuestros jóvenes.
- Seis de cada cuatro menores aseguran que sus padres les informan sobre los riesgos de estas herramientas.
- Un 54,8% tiene limitado el tiempo de conexión a Internet.
- Sólo el 9,1% afirma que sus padres controlan el lugar desde el que acceden.
- Sólo el 12% de los padres configuran el nivel de privacidad.
- La red social líder es Tuenti, con una presencia del 89,3%, seguida de Facebook con un 52,6%, de Youtube con un 39,9% y de Twitter con un 32,5%.
- Las actividades que realizan en las redes son, por orden de preferencia: visitar los perfiles de amigos, subir y comentar fotos y vídeos, y usar los servicios de chat.
Está
claro que la asignatura pendiente de los padres, desde hace ya unos
años, es conseguir que los adolescentes dejen de ser ‘huérfanos
digitales’, y así poder velar por su seguridad y privacidad en la
Red.
Fuentes: